No creo que lo entiendas...

Nota: Lamentablemente esto lo escribí gracias un día lleno de pensamientos enmarcados en un sólo tema. Y era "él" aquel quien me tenía con la mirada hacia el cielo y el corazón suspirando en sosiego. Es ficticio, así que no todo lo que escriba aquí quiere decir que se refiere a mí. No te importa. Eso es, no te importa ni a mí, aquello en lo que siento gracias a ti. Golpeo mi frente contra el frío concreto de esta mesa. Las lágrimas ya están al borde, pero sigo aquí insistiendo que ellas no existen, sigo aquí negando una realidad que, para mí, es sólo una fantasía más de una niña inocente. Maldición. La brisa va riendo al pasar, después de acariciar mis brazos desnudos, llenos de marcas de uñas enterradas, mientras sigue su curso para burlarse de otra persona a su andar. Yo sé que el viento se ha puesto de acuerdo con las nubes para plasmar mi tristeza de color gris e impregnar su aroma con la humedad de un ...