Cartas en el zotano

Otras vez me has hecho enojar, pero no puedo decirte por qué. Quizá sea tu indiferencia o tal vez tu infalibilidad ante el hecho de que todavía soy tuya. Ya sé, es tu seguridad y estupidez que han bañado tu armadura de marfil; aquella que habías prometido pulir por aquellas manchas de tus mentiras. No, entiendo, sé que es la ceguera. Esa que siempre estuvo contigo desde el momento en el que me dijiste: "Te quiero" ¿Acaso yo siempre estoy mal? ¿Siempre soy la "dramática"? ¿Tú nunca cometes errores? ¿Acaso un "Lo siento" sincero existe en ti? Promesas que nunca se cumplen, no debería sorprenderme, a estas alturas, todos los días escribimos nuevas en la pizarra. Te escribo a oscuras porque soy cobarde y también porque ya no creo que me escuches como antes. Quisimos construir tanto nuestra falacia, que ya no nos atrevemos a destruirla. ¿Quién lanza la primera piedra? Créeme que yo quisiera, pero sé que fui quien más construyo...