Venciendo al desamor

  Bien no me conocen algunos, pero en la vida de cualquiera debe de existir alguien que si logre entenderte al cien. En mi caso, si hubo alguien, lo malo de esto es que pensé que era la persona con quien debía compartir toda mi vida... Toda... Sin embargo el destino quiso que así no fuera. Quizás tenga que estar soportando a un imbécil que le importe poco lo que yo tenga que decir. Es así como acabamos la mayoría de las mujeres. ¡Qué destino tan más hipócrita y trágico!
    En fin, no hay nada nuevo en lo que diría una mujer herida por el amor. Cosas así como: ¿porqué te fuiste de mi vida? ¿Estarás pensando en mi? ¿Lo nuestro fue realmente verdadero? ¿acaso fui yo sólo un pasatiempo para ti? Etc.
  La verdad de todo esto es que soy débil cuando amo a una persona, entrego todo lo que tengo sin antes pensar si en verdad la persona a quien se lo doy en verdad se lo merece. No le veo el caso a desconfiar si sé que para mi no hay nadie más en mi mundo. Siento que un acido se vierte en mi corazón cada vez que te recuerdo, y no puedo hacerte saber esto, porque de alguna manera sé que te incomodaria. Las lágrimas que drenan por mis ojos no han sido voluntarias, siempre salen cuando algo en mi presente me recuerda a ti.
   La forma en el que el pasado me lástima es tan cruel que apenas puedo soportarlo. Por eso mismo quisiera decirles a mis lectoras que no importa si sufren por un hombre. Si en verdad creen que vale la pena, entonces también lo valdrá el dedicarle unas dos semanas de llanto. Y luego deberán seguir adelante y dedicarle mejores cosas a su vida, consentirse, y buscar después alguien que logre levantar nuevamente esa sonrisa tan hermosa de sus rostros.

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