Si lo encuentras, léelo.

Creo que no me merecía ser tratada así, a pesar de que te apoyaba... Fui tratada con la punta del pie sólo porque nunca te atreviste a ver que ya no me amabas; sin embargo querías que alguien te alabara.
Mi mayor error fue ese precisamente, darte razones para creer que te amaba incondicionalmente y que no me dolía cada vez que me alejabas de tu lado cuando te cansabas de tu payaso. Esa era yo. 
Estaba bien si yo escuchaba cada detalle de tu día, pero tú te dormias y me hacías saber que no estabas interesado en saber del mío; estaba bien si yo te ayudaba con tu tarea, pero si yo necesitaba silencio para hacer la mía, no te importaba distraerme y apagar la luz cuando yo la necesitaba. 
En ésta relación, el que importaba eras tú. Si regresabas cansado de la escuela y te quedabas dormido en nuestro cuarto, te enojabas porque yo estaba haciendo tarea y no te dejaba descansar. 
No sabes cuantas veces tuve que hacerla con mi lampara prendida para que no me regañaras después. 

Tú si podías hacer bromas sobre dejarme por otra, pero yo no podía jugar igual porque entonces empezabas a verme con desprecio y asco. 
Tú si puedes jugar con otras mujeres a que "quizá" quieras algo con ellas, pero yo no puedo hablar por mensajes con un amigo de la infancia. 
Tú puedes ir al cine con otras personas y planear salidas y fiestas, pero si yo quiero hacer lo mismo contigo, estoy siendo "muy encimosa". 
No tengo permitido llorar porque "siempre estoy exagerando las cosas", porque soy demasiado sensible. 
Después de "todo lo que has hecho por mí" no tengo motivos para hacerlo. 
Sólo falta que me digas que te debo la vida, porque me has permitido vivirla. 
No me presentas a tus amigos porque nunca sé congeniar con ellos... Si tan sólo me incluyeras en las conversaciones o si no me dieras la espalda y pretendieras que no estoy ahí, quizá yo pudiera incluirme en esas salidas con ellos. 
No me lo has dicho de frente, peo estoy muy segura de que ya no te soy atractiva. Creo que es por eso que ya no me quieres abrazar en público o evitas estar en los mismos lugares que yo. 
Yo podría estar dando una conferencia en cierto lugar, y tú harías lo posible para estar del otro lado de la ciudad. 
Esta es la parte oculta de nuestra relación, la que no quieres contar a tus amigos, aquellos que creen que soy muy exigente, que soy una mujer pesada y sin sentido del humor. Yo no te escucho (y tú me dices que no te importa lo diga), yo no te comprendo (y cada que intento acercarme tú me alejas), yo no cumplo con tus necesidades (y cada que me quedo a tu lado para ayudarte, sólo me acaricias la cabeza). 
No soy ninguna tonta, sé que debo salir huyendo de ésta relación, pero no puedo. 
Algún día libre seré, con un papel en la mano y un boleto hacia otro lugar. Mientras tanto, creo que mi única escapatoria son las letras y éste blog que ya no visitas. 
Es el único lugar en donde puedo ser yo. 
Alguna vez te interesaste por lo que escribía, pero sólo cuando algo andaba mal. Espero que cuando leas esto sea en el momento en el que yo me tenga que marchar. 




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