Cuando te encuentre...

Nota: Este es un pensamiento que vino a mí después de pasar una tarde con una persona cuyos sueños son tan radicales así como prematuros, aún así pudo cambiar mi opinión con respecto a mi vida...Y yo ni siquiera lo había pedido. 

   Tengo diecisiete años, eso es lo primero que deben de saber para que entiendan lo ridículo que es para mí tener que pensar en matrimonio cuando ni siquiera he terminado mis estudios básicos, cuando ni siquiera sé por completo lo que es sentirse en ese fondo a lo que llaman "amor". 
    Hoy en día ya es muy común ver a otras personas, de mi edad, casadas. 
    Les cuento: Un día estaba totalmente aburrida de mis deberes, así que decidí desperdiciar mi tiempo viendo lo que la gente en Facebook estaba publicando (lo sé, debía darme un tiro). En fin, no quiero sonar inocente o incrédula, pero el hecho es que conozco a varias personas promiscuas que han tenido que verse en la necesidad de casarse porque ...¿Ya no hay de otra?
   No, me disculpo.
   Ese fue mi pensamiento antes de que empezara a ver fotos de mis amigas de secundaria, con un marido a su lado y sonrisa enorme en su rostro que demostraba lo mucho que parecían contentas por estar ahí mismo, en ese momento... Tener un hijo a esta edad es una labor muy grande, si es que quieres seguir estudiante (aún si no es así). Las respeto mucho por no caer en depresión, sin embargo no quiero entrar al tema de los embarazos no deseados; no, yo quiero entrar al tema el matrimonio. 



   Quiero advertir que quizá todo lo que yo diga en este apartado sea realmente absurdo, y discúlpenme de nuevo, yo no tengo alguien que me diga cómo son las cosas en este tema. Me encierro tanto en mi mundo que a veces olvido que las relaciones sentimentales también son algo importante en nuestra vida. 
   Envidio a esas personas, a mis amigas que ahora se encuentran casadas, porque, a pesar de algo muy prematuro, casarse significa estar con una persona amada y que esa misma te ame de vuelta (en la mayoría de los casos ¿no?). Ojo, con esto no quiero decir que ya quisiera casarme, tampoco me siento tan desesperada. 
   Esto que siento se enfoca a más a que este tema vendrá a mi en un futuro tarde o temprano ( o nunca). Cuando miro a mi alrededor, mi panorama no cambia demasiado, siempre me encuentro dedicando mi tiempo en mis deberes académicos o sino en mis ambiciones como escritora. Y cada vez que mis amigos me hablan tardo demasiado en devolverles un mensaje. Ahora bien, si así se encuentra cada día de mi presente ¿Creen que tengo tiempo para dejar entrar al amor en mi vida? la respuesta es tan amarga que siento la necesidad de regañar a esa persona frente al espejo. Hubo un tiempo en el que me preocupaba tanto quedarme sola que no me importaba a quien dedicarle mi atención, a costa de mis obligaciones, pero hace unos días estaba más que decidida a tener todo lo que necesito para poder subsistir en este mundo de esclavos del gobierno y no tener el más mínimo interés de perderlo en un par de ojos coquetos. 
   Pero ahora... vuelvo a tener ese miedo de estar sola, y dejar que todo mi trabajo me absorba a tal grado de volver levantar la mirada y darme cuenta de que he envejecido y que he alejado a todas las personas posibles de mi lado. Así la palabra "matrimonio" no tendría tiempo ni lugar en mi vida.



   ¿Se imaginan? Tener tu mente atrapada en lo que debes hacer y no en lo que necesitas. 
   ¿Necesitas a alguien a tu lado? Dicen que nadie debería estar solo y lo único que se me ocurre es la promesa de cristal de tener a alguien a junto a ti hasta que la muerte los separe... Pero para mi mala suerte yo soy de las personas que siempre le buscan un "pero" a todo lo nuevo, y conocer a alguien lo es. Con decirles que cuando alguien me hace la propuesta de un noviazgo lo primero que digo no es un si o un no, es una pregunta, y siempre varía: 
  ¿Cuál es mi color favorito?
  ¿Cuál es mi mayor fobia?
  ¿Qué me gusta más, Coca o Pepsi?
  ¿Cuál es mi comida favorita?
  ¿Frío o caliente?
  ¿Cuál es mi lugar favorito en la isla?
  ¿Cuál es mi animal favorito?
  Y un sin fin más que no mencionaré. 
  Todas esas preguntas con el propósito de decir "si"" a alguien quien en verdad valga la pena conocer, porque ya sabe algo básico de mi. Claro, este sistema lo empleé a los muchos fracasos después, ya que, según yo, así no caería de nuevo en los clichés de película en donde no tengo nada más que hacer que terminar con alguien a quien nunca quise (o simplemente por miedo a no ser quien yo quería en mi vida). 
    Secreto a revelar: En la mayoría de los casos yo era la cobarde que terminaba las relaciones, pero hubo dos excepciones. Una de ellas fue al revés, terminaron conmigo porque ya no se veía futuro a la relación, y la otra fue la más descarada que tengo en mis recuerdos. Fue simple: un día me presentó a su nueva novia.

Ja, ahora ya me da risa el drama de esos días.

 
   Aumenten ese inconveniente a mi lista de cosas a arreglar en mi personalidad.
   Si, así de difícil me es poder encontrar , y que alguien ,más encuentre en mí, a esa persona a quien amar de verdad. Y ahora que lo veo, es ese problema en verdad, y el tiempo, los que me ponen en mi pequeño dilema de vida. Soy mujer, claro que me he puesto a soñar en un vestido blanco, el rostro de felicidad de mis familiares, el aroma a rosas, a aire campestre, el sonido de las notas de primavera y, por supuesto, la sonrisa radiante del hombre que se arriesgará a decir el "acepto" conmigo.  Es hermoso, con sólo imaginarlo lo es. 
   ¿Mi hombre perfecto? No existe para mí, sino existe el hombre que necesito. Aquel que dedique más el tiempo a su familia que a su trabajo, que esté conmigo tanto en las buenas y en las malas, que se acerque conmigo para hablar y escuchar, que pueda mirarme directamente a los ojos aún cuando de sus labios no salgan palabras de aliento... Ojalá que disfrutara de mis repentinos ataques de locura y de pánico, así como mis momentos de nostalgia. Porque sé que no todos los días estarán pintados de verde y rosa.  Las cosas como: le guste leer, que le guste la misma música que yo, que no sea asqueroso... Son aspectos que sólo los amores muy jóvenes ven.  Pero puedo decir que existe un requisito que nunca he de quitar de mi vista: que sea mi mejor amigo. 
   ¿De qué sirve amar si no tengo la confianza necesaria en él para contarle mis errores? La verdad es que esto forma parte de uno de mis clichés literarios, podrán encontrar este aspecto en Take Me Away o Murciélago de tinta. Soy fiel a la creencia de conocer por mucho tiempo al hombre que amas para poder darle un "si"... Porque no basta con sólo amar. 


    ¿Quieren un consejo? No se los puedo dar. Y de hecho, no sé si alguien por ahí entienda lo que quiero decir, porque creo que estoy dándole muchas vueltas a una simple oración de película: "Quiero tener la oportunidad de casarme". 
   Simple. 
    Pero esto va más para mí que para un simple grito desesperado que se da entre la multitud. Es más un llamado a mi conciencia para decirle que me suelte un poco las riendas al terminar mis estudios, y que no me convierta en una adicta al trabajo, ya que eso es lo que soy ahora. 
    ¿No creen que es absurdo? El tener que recordarme a mi misma por medio de palabras escritas que no debo volverme parte de un sistema. En fin, espero que no haya tantas personas como yo que estén pasando por lo mismo o que piensen igual, porque no queda mas que decir que debemos de soltar lo que tenemos en la mano y levantar la mirada un poco a lo que es nuestra vida. Habrá personas que en realidad no quieran a nadie en la suya, y lo comprendo, pero ¿Qué hay de esos niños que soñaron con un amor de cuento y que ahora de adultos se encuentran con el amor al sueldo? El amor puede estar frente a ellos y no lo pueden ver. Y citaré una frase de un libro que quizá todos conozcan:
"Lo esencial es invisible a los ojos" - El principito.
    Puede que entre nuestros conocidos tenemos a la persona que podría ser la que nos acompañe en el altar, pero estamos tan sumergidos en otros temas o problemas que apenas la miramos, y cuando la levantamos no la encontramos. Porque, al igual que todas las cosas en este mundo, es efímera, es una promoción de tiempo limitado, y si no aprovechas te verás en la necesidad de esperar a que aparezca otra parecida o que encuentres a alguien más con quien conformarte solamente. 
   Para terminar todo este plato de revoltijos sin sentido, quisiera decir que para mí ha sido muy conmovedor tener que descubrir esta verdad que muchos adultos ya conocen, y que yo siendo joven estaba en peligro de caer en ese agujero de peligro, en donde las manipulaciones de los deberes y lo correcto se convirtieron en algo más que una obsesión. Sin embargo tengo que tomar en cuenta el simple hecho de que ahora que levante la mirada no significa que estaré como una horripilante mujer sabueso entre cada oportunidad que se me presente. Soy joven, ya lo dije, todavía tengo tiempo de preocuparme por un pastel y un vestido blanco. Ahora sólo quiero dedicarle más tiempo a las personas que enserio me necesitan, y si en ese camino llego a encontrar a ese alguien especial me daré el tiempo de conocerlo y conocerme a mí también.  
    Seguiré soñando con ese "acepto". 
    "Acepto tus fracasos y acepto también tus malas decisiones. Todos las llegamos a cometer. Quiero que sepas que a pesar de tus éxitos, serán en tus caídas los momentos en los que en verdad quiero estar contigo. Porque sé que tú también lo estarás conmigo, y te he elegido a ti para conocer cada día de mi vida porque no existe otra persona con lo que yo quiera estar."



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