La carta confundida

Estos días me he estado envolviendo en un drama que no estaba buscando. No quiero ni pensar que he vuelto a caer en estupideces del pasado, porque estoy segura de que no podré soportarlo una vez más. Sea como sea, no espero salir este año sin tener el corazón roto y unas lágrimas tatuadas aquí en este blog que apenas puedo mantener. 
  Me han dicho muchas veces que no escribo más que cosas tristes y trágicas, pero mi pregunta para ellos es ¿Cómo quieren que escriba cosas bonitas si mi vida parece todo un drama de Shakespeare? Deberían demandarme por escribir puras estupideces, no sé si les hago un bien a mis lectores si sigo escribiendo, pero al menos puedo decir que me hago un bien a mi misma. Nadie sabe exactamente la libertad que siento al momento de dejarme escribir como yo quiero, sin tener a alguien que me diga qué tipo de letra o contenido usar (así como en los concursos que aveces me piden que participe). 
   Pero no estoy escribiendo ahora para alardear, aunque así pareciese que hago en persona. En fin...

   ¿Cómo sería estar en un garabato? En este momento me imagino intentando dibujar una espiral pero llego un punto en el que me desespero, y termino haciendo un garabato en donde ya no se nota dónde comencé o cuándo lo terminé. ¿Y si me encuentro en medio de todo ese desastre? Si, podría decirse que así estoy en estos momentos. 
   Podría comenzar diciendo ahora que debería de sentirme mal por el hecho de tener que involucrar a personas en esto, pero no es así, al contrario algunas veces deseo que se enreden con las líneas y se asfixien a si mismas mientras intentan liberarse de aquellos nudos que ellos mismos me hicieron dibujar. 
   ¿Cómo me siento? Me siento como una niñita en un juego de jóvenes, no puedo decir que de adultos porque ellos tampoco están jugando de una manera madura(¿los adultos son maduros?). He vuelto a caer en este juego en donde tengo un vestido y coletas, en donde pueden jalarme los pies y los brazos cuando quieren, Me creo las primeras tonterías que salen de sus labios, y camino pensando que jamás me harán daño. 
    ¡Oh, dulce inocencia!
    


    Estoy confundida porque no sé ni qué sentir ahora que parece que mi vida se encuentra rodeada con personas y máscaras.  Ojalá dijera que puedo ver el rostro de mis enemigos y los de mis amigos, pero ni uno ni otro los puedo distinguir. Lo mismo pasa cuando quiero apartar al maldito amor de ella.
     Es algo molesto tener que huir de tantas cosas que siempre nos amenazan con lanzarnos un cuchillo a la cara, con la esperanza de que no llegue a lastimarnos. ¡Es una tontería! Porque no hay nada más destructivo que el mismo amor, no hay nada más arriesgado que apostar todo por una persona que logra cegarte de cariño e ignorar los males que pueden ser tan obvios para algunos pero tan inexistentes para nosotros. No sé si por quien siento cariño ahora esté usando una máscara. No lo sé.
   Soy de las personas que no quieren ser un problema o un estorbo...mucho menos un chiste de mal gusto para alguien a quien queremos. Pero también soy de aquellas idiotas que pretenden ser fuertes cuando por dentro se están derrumbando por pequeñas cosas.
    Entonces la que se complica todo soy yo, lo sé.
    Me siento tan triste, porque ahora no tengo idea si las acciones que hago son para mi bien o para el de las demás personas. Es como si tuviera miles de cosas por decir justo en la garganta, pero no tengo cómo empezar a sacarlas.
   Estoy ahora en mi cama llorando gracias al dolor que está presionando mi pecho, como si yo misma me hubiera quitado muchas espinas de un sólo tirón (¿O acaso fui yo misma la que puso más de ellas?). Me arden los ojos por la falta de sueño y por las lágrimas que no paran de arder. Esto me recuerda a las veces en las que me la pasaba noche tras noche suspirando mientras recordaba constantemente un hecho del pasado que ahora vuelve a repetirse...
    Hoy estaba peleando con una amiga, sobre mi insistencia a no querer desayunar. Es cierto que llevo días sin comer bien, mi único sustento ha sido basura que logro conseguir entre mis horas libres. Pero no fue sus admirables intenciones  de hacerme comer las que me terminaron de derrumbar esta mañana, sino fueron mis propias palabras.
     -Luna, come.
     -No.
     -Luna.
     -No
     -No me hagas hablarle a "él" para que te haga comer.
     -¿Y él qué? A él no le importa lo que me pase. 
    De algo tan banal tuvo que salir de mis labios algo que lo pude sentir por unos segundos como la verdad más pura que había dicho hasta ahora. Pero igual no deja de ser algo que se repitió por segunda vez en mi miserable vida.
 

    Me niego en ocasiones a que todo lo que pienso es verdad, porque no puedo confiar ni en mi misma, pero es que tampoco tengo algo que me diga lo contrario. Como cuando deseas de todo corazón que las cosas no sean como las estás viendo (o sintiendo), y si las ves entonces sigues manteniendo la ligera (o gran) esperanza de que con lo que hagas puedas hacer cambiar algo, pero ¿de qué sirve mover los dedos cuando no hay una respuesta del otro lado?
     Eso es lo más triste de todo.
     Te quedas con el vacío en tu ser que nunca será reconocido y mucho menos valorado. Se supone que no debes de estar solo, nadie debería. Porque hasta en la más sencilla relación hay un apoyo que se puede ver y a la vez respirar. Y yo no puedo sostenerme sólo con el viento.
     Me encantaría que esto ultimo fuera una mentira...
    ¿Y ahora qué?  Pues... Lo único bueno de esto es que NO DEBE de afectarme como hace algún tiempo atrás que casi caigo enferma por la depresión (Entonces ¿Por qué me duele tanto?) y así poder seguir con la meta que he tenido desde hace unos años: seguir viva el tiempo suficiente para poder dejar mi nombre grabado en las personas, hacer un cambio.
    Y para eso tendré que empezar a cambiar yo misma. No sé si esto afecte a este depresivo blog dentro de unos años pero quiero pensar que siempre seré fiel al escribir, y por supuesto a mis lectores. 
   Lamento mucho que se entristezcan conmigo o que se hayan aburrido al leer esto. Ya mi próxima entrada entrará en ambiente con este tiempo de frío y "alegría". 
    Una navidad al fin fría. 

J.Luna



   
     
    

Comentarios

  1. "Pero siempre que me acerco al fuego se me escurre el diablo". Ahora esta frase podrá sonar sin sentido aquí pero, si tienen su razón de ser. Luna :(

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Amor a distancia (Obra de teatro)

La chica de la ventana

El calendario (Poema)