No paso de ser nada

Hoy tuve la oportunidad de levantarme temprano, y poder ver el amanecer de la manera más dramática posible ( o a lo que se le considera así hoy en día). Sentada en un balcón, escuchando algo de música y dejando caer algunas lágrimas sobre mis mejillas. Esta vez no eran de tristeza, sino de felicidad, porque al fin podía respirar sin compromiso. Ya saben... Cuando puedes escuchar cualquier canción romántica sin tener que pensar en alguien, sin tener que tatuar el corazón con el nombre de una persona. Quiero pensar que no soy a la única que le sucede algo así. 
   Alguien una vez me dijo, antes de que metiera mis sentimientos en algo que no deberían estar, que cuando le dedicas tu tiempo, alegrías, tristezas y enojos a una persona es porque en verdad lo quieres. Y si sigues parada frente a ella  y no sabes tus razones, es porque a eso puedes llamarlo un amor genuino. Pero como sabrán yo me puse en contra, ya que en mi mente sólo pasaron las imágenes de las mujeres que se enredan con un hombre que las maltrata y todavía siguen ahí, o como los hombres que saben que su mujer los engaña pero aún así siguen a su lado. Era tan estúpido. 
   Pero luego me aclaró un poco las cosas diciendo:
Y tú, Jessica, quieres mucho a las personas cuando las empiezas a conocer.
 
 

     Entonces ¿Yo formaba parte de esas personas ciegas que han optado por estar sangrando mientras quieren? 
     Me sentí tan mal que primero tuve que ordenar mis pensamientos para poder plantearlos bien y escribirlos, porque si hiciera un libro de esto de seguro me llevaría dos tomos poder entenderme a mi misma. 
     "Quiero ser todo pero no paso de ser nada" Es otra de mis frases que normalmente pueden encontrar en algunas entradas anteriores de mi blog. Y no lo digo a la ligera, tiene su razón de ser. Ya que la mayoría de las veces la expreso como un lamento que no encuentra otra cosa que sólo querer cuando no hace nada para poder llegar a ser. Ya viéndolo en este ángulo, es solamente un anhelo de alguien flojo que no tiene la iniciativa para cambiar las cosas. Eso es uno de los más grandes errores que he estado cometiendo estos días. 
     Normalmente uno puede imaginar a la persona ideal, aquella que cumple con todas nuestras expectativas, incluso nos atrevemos a verla físicamente. En mi caso, yo describía a mi pareja perfecta como todo un muchacho igual a Jessica Luna, que le gustara hablar de pequeños fragmentos de historias creadas, que le gustara escuchar siempre lo que tengo que decir, que los momentos de silencio no fueran incómodos porque serían de esos momentos en los que nos disfrutamos el uno al otro, alguien que le gustara salir conmigo los sábados a ver películas, que lograra entender los demonios que enfrento día a día, que se diera cuenta también de lo falso de mis sonrisas y, por supuesto, que tuviera esa facilidad para verme a los ojos y así hablar de cualquier cosa. Pero nunca lo encuentro, y eso es porque nunca me he atrevido a acercarme lo suficiente como para conocer  una persona. 
    PRIMER ERROR
.
    ¿Y que pasa cuando ya me acerco a conocer a alguien con esa intención? Ja, están mal si piensan que esa es la solución, al menos es así como yo lo veo. Ya que uno no puede forzar las cosas, uno no puede señalar a una persona, conocerlo y después decir que es un amor genuino lo que siente. Y peor pasa cuando hay terceras personas que la señalan y te hacen acercarte a ella. eso me pasó hace dos años, al momento de intentar dar de mí a una persona que me habían señalado. Cobardía fue la que sentí al darme cuenta de que sólo me estaba engañando a mi misma. Y por este mismo error, no he podido tener una relación en donde yo dure un poco más de un mes. 
    "Correr es mucho más fácil que caminar." 
   Pero cuando corres no te das a la oportunidad de poder apreciar mejor a la persona que se está arriesgando a estar a tu lado, caminar es más tranquilo pero al menos puedes darte el lujo de conocer mejor a un persona.  Entonces es cuando correr se convierte en huir, dejas atrás las promesas que hicieron contigo y los regalos que dejaron justo a tus pies. 
    SEGUNDO ERROR

      

   
     ¿Debes estar consiente cuando el amor pase frente a ti? Si el amor es un maldito desgraciado que puede escupirte cuando menos te lo esperas, creo que también puede darte la mano cuando tú no quieras. 
    Una llamada, un mensaje, es todo lo que él necesita para hacerte creer de nuevo en lo que puede suceder. 
   Si te la pasas la mayoría del tiempo mirando en los rostros de otra gente o simplemente tapando tus ojos por temor a seguir decepcionandote, entonces te puedo decir que ya te jodiste. Así es como el amor quiere tenerte para poder sorprender. Pero no por decirte esto quiere decir que te da la oportunidad de verlo venir, está en tus manos si aceptas su reto o no con tus acciones indiferentes a lo que pasa a tu alrededor. 
    Recuerdo muy bien haber estado acostada en mi cama, escribiendo en mi diario un nuevo capítulo en donde sólo describía un aburrido día sin hacer nada más que quejarme de mi horrible forma de pasar las vacaciones. (¿Ven? Ni siquiera estaba pensando en alguien más, sólo en mi)
    Y de repente llegó.
  Un mensaje que reclamaba mi atención, un lamento al aire que sólo buscaba a alguien que lo escuchara.  Yo era sólo alguien que no estaba segura de lo que estaba viendo, pero aún así accedí a explorar más y ayudar, si es que podía hacerlo. Después de eso los días pasaron de manera rápida y algo divertidas. Porque la persona que me había hablado esa ocasión era realmente molesto, recuerdo las veces en las que me alteraba sólo por pocas palabras o también las pequeñas actitudes que me hicieron golpearlo algunas veces. 
    Yo cambié, lo acepto. Acepto que ese hombre logró hacerme cambiar en varios aspectos de mi vida. Como el hecho de estarles escribiendo a ustedes en este momento, ese es un cambio que puedo atribuirle, también pueden golpearlo si quieren porque también es el culpable de que esta mujer se ponga a gritar en cualquier espacio.
    Oh, también el teatro hizo eso. 
   Estaba ciega, ni siquiera me di cuenta de que en realidad esta persona me había buscado sólo para que lo ayudara, y al final él también logró ayudarme a mí. Eso mismo logró hacer que empezara a tener un cariño más allá de la amistad hacia él, y me odié por eso. Fue cuando me di cuenta de lo que estaba pasando. 
   Nuestras salidas al cine o a otros lugares empezaron  significar más para mí que simples conversaciones. Ahora lo miraba con otros ojos, me gustaba ahora ver los suyos, antes sólo lo hacía porque era mi costumbre ver a las personas a los ojos, pero con él ya era diferente. Sin darme cuenta, lo estaba conociendo más y más, y ni siquiera lo había pedido. Y lo más extraño, él no era lo que había esperado querer. Aún hoy, me sigo preguntando sobre las razones exactas del porque quiero mucho a esta persona. 
   Aún las lágrimas que he derramado no significan nada cuando también veo nuestros errores. 
   Sin embargo, no todo puede ser como un amor normal. Cada quien tiene su historia de diferente manera, y la nuestra viene acompañada con los miedos. 


    Cuando empecé a aceptar todo este meollo de cruzadas ridículas entre "Dile que te gusta", "Vamos, harán bonita pareja". Me arrepentí de tener estos sentimientos conmigo, por el simple hecho de saber que no era lo correcto. Quiero pensar que soy de las personas que prefieren ver por el bienestar de otros que la mía, y por él yo temía. Él no estaba listo para caminar con alguien a su lado, no estaba listo para cargar con los miedos de alguien más. y yo era otro problema que quizá poco entienda, en donde las heridas del pasado me han vuelto alguien desconfiada y exigente. Soy alguien con miedo a abrirle la puerta hasta a la más insignificante relación porque sé que eso significa darle otra oportunidad al amor. 
   Nos lastimamos mutuamente, con el afán de alejarnos. Y si, por supuesto que funcionó en algunas ocasiones. los mensajes se volvieron más cortos e insignificantes, los encuentros ocasionales sólo servían para decir un "hola" y nada más. Y yo... yo me estaba quedando aún así. ¿Por qué? No tengo ni una maldita idea. 
   Me había dado demasiadas razones para alejarme y dejar toda nuestra idiotez de sentir algo el uno por el otro, las lágrimas que derramé con su nombre ya me estaban reclamando que me levantara y empezara a correr más rápido: huir otra vez. 
   Pero estúpidamente pensé en que esta vez quería que alguien más me dijera que lo hiciera, así no me sentiría tan culpable de ser una cobarde que no deja aviso. Y cuando al fin obtuve la respuesta que esperaba escuchar, ese "es lo correcto", me sentí muy mal. Por un momento, sólo por un momento, quería otra respuesta. Al final lo que estaba esperando no era lo que quería. Tenía que aceptarlo.  
    Aún así tengo que echarle la culpa a él también por no dejarme correr como yo deseaba hacerlo. Quería dejar de hablar, dejar de saber su nombre por una temporada y luego cuando me lo mencionaran preguntar "¿De quién hablas?", Porque sabía que no me hacía ningún bien. 
   Ufff pero nuestro mayor error fue decir que íbamos a huir y luego... luego tuvieron que rozarse nuestros labios para poder hacerme preguntar: 
"¿No se supone que estamos huyendo? ¿Qué demonios estamos haciendo?"

      ¿Qué debía pensar? ¿Qué debía hacer? Las preguntas de seguro no iban a ser bienvenidas si las exponía, así que me quedé con la decepción de aceptar que esa ocasión había sido sólo un desliz, una despedida algo cruel. Estaba temblando porque esto ya era algo más de un recuerdo que quizá sólo iba a escribir en uno de mis diarios y después seguir adelante. 
    No se mencionó de aquella ocasión otra vez.
    Estarán de acuerdo conmigo si les dijera que ahí acabó la historia y ya no se volvió a abrir de nuevo ese signo de duda, pero que volviéramos a repetir el mismo suceso... 
    ¡JODER! ¿QUÉ DEMONIOS ESPERÁBAMOS DE ESO? ¿DE QUÉ ME SERVÍA A MI CORRER CUANDO MIS SENTIMIENTOS SEGUÍAN GERMINANDO?
    TERCER ERROR

    Ahora entiendo lo que quería decir mi amigo, aquel que dijo que si yo conocía a alguien terminaba por quererlo. Y es una tontería que yo siga diciendo que estoy huyendo cuando me preocupa a cada momento del día lo que él está haciendo, o empezar con su nombre en mis pensamientos. Peor aún cuando de repente no puedo evitar ponerme celosa. 
   Lamentablemente, el mismo amigo al que me estoy refiriendo es un fanático de las relaciones free, y sus puntos de vista sólo me hicieron ver mis errores con mucho más énfasis. A mi no me debería de importar lo que hace, ni tampoco con quién habla y mucho menos si me pone atención, pero yo estoy haciendo todo lo contrario. 
    Claro, esto es sólo lo que siento y pienso yo, ahora me encuentro con el problema de que quizá yo me esté quedando cuando él sigue corriendo. Yo estoy aminorando el paso, y él... bueno, está protegiendo su corazón. Eso es algo que se entiende. 
    Al final de todo, yo soy la que termina perdiendo porque no supe bien cómo manejar las cosas, y de manera egoísta pensar primero en lo que yo esperaba, anteponiendo siempre mis expectativas, cuando me encontraba con una persona indispuesta que sólo llegó a mi vida para ayudar, y nada más. 
    Ahora podemos volver al inicio de este blog y pensar en el hecho de que en estos momentos puedo empezar a correr también. ¿No? Sé que el amor no es algo que se encuentre a cada esquina en tu vida, al menos no uno genuino, y si al terminar esto que estoy escribiendo, la persona a quien quiero se entera de que ví como algo genuino lo que yo sentía, pido perdón por mi estupidez, porque sé que eso era realmente lo que no queríamos y lo que habíamos prometido que no sucedería en estos días. 
    ¿Y qué si al final yo no encuentro a nadie? Da igual. Al menos podré decir que nunca fui una persona sin sentimientos. Una cobarde quizá, pero no una que no le guste decir sobre lo que siente cuando lo necesita. 

Pero ¡ey! No todo tiene que ser tan amargo. Al final de cuentas siempre existen personas que se atreven a ser más que simples susurros o secretos escondidos. Hay personas que siempre ven una solución a sus problemas y sus miedos. Y si no pasas de ser nada, así como yo, entonces ¿Qué esperas para HACER algo? 

J.Luna




    

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor a distancia (Obra de teatro)

La chica de la ventana

El calendario (Poema)